Tanto jugar a la mamá con mi prima-hermana Constanza en la infancia,
que se nos ha hecho,
el juego un sueño y el sueño realidad.
Así que seguimos jugando pero con muñecos de verdad.
A los que cuidamos diligentemente, como si los hubiéramos parido..
¡Cuantos pibes! Hermosos. Sanos. Felices.
Y no es mérito nuestro.
Es el Señor que nos permite disfrutarnos la una a la otra, y a nuestra respectivas proles.
Tardecita lluviosa con primos.
Van fotos:
Todos en el sillón
Dándole de comer a Barnie
Los chiquitos en la carpa
Videíto con canciones.
(Descanso para La Juli)
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