Hoy encontramos la bufanda de lana del nono.
Esa fina, de marrones y grises que usó un poco estando acá en Buenos Aires.
Tenía su olorrrrrr!!! Mmmmm! Rico, rico...!
Se las hice oler uno por uno a los chicos.
Con los ojos cerrados.
En distintos momentos y dijeron todos:
¡¡"Es del nono"!!
(Parece ser que no solo tengo nariz grande sino también buen olfato, mis hijos solo salieron a mi en lo segundo:)
Ahhh! Nos pusimos a llorar.., va yo llorizquiaba y ellos me miraban, ponían carita de Ahhh!
Qué tremendo sentir el olorcito de un ser amado. Que no está. Está lejos..
¡Se extraña tanto!
La mirada de Pedro cuando yo lagrimeaba era más o menos como la de esta foto...
Me dijo: ...."Ma, ¿po qué yodás"?...
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