Esta mañana recibí una carta de mi amiga que vive en España. Ella me pide mi opinión acerca de mandar a sus mellizos de un año y medio al Jardín. ¡Una catarata de pensamientos y frases se me vinieron a la mente.! A ver, a ver, por dónde empezar…?
¿Contarle mis experiencias? ¿Buscarle algún artículo? ¿Responder sus preguntas tipo cuestionario..?
Pensé lo siguiente:
Los niños pequeñitos necesitan de su mamá. De la rutina que en su casa se establezca. Si hay una salida, debe ser con mamá. Los alimentos los elige mamá. La comidita la prepara y la dá mamá (o papa, o abuela, o tía) en casita..
Es cierto que las madres necesitamos tiempo para nosotras Nos abanderamos con esa frase.. Nos haríamos un tatuaje que diga: “Quiero tiempo para mi” Pero tiempo para qué queremos? Para trabajar y traer dinero a casa? Para hacer algo que nos gusta? Para leer?. Hablar por teléfono? Estudiar? Estar en la compu? Bañarnos o hacer caca en paz? Para ir a la peluquería? Para tomar un café con una amiga? Para ir de compras? Para hacer una SALIDITA con el MARIDO?
Una vez leí algo de un método EASY para las mamas con bebés y me fue muy útil porque me ayudó a organizar los ratos con los chicos como en partes, como pasos.. EASY se llama porque son las siglas de estas palabras (Y aunque parece “Fácil” aveces no los es tanto):
EAT. -Teta, mamadera, papilla, milanesa (según la etapa)_
ACTIVITY. -Mirar por la ventana, cambiar pañal, baño, chiches, pelota, tele, paseo, parque-
SLEEP -Siesta (obligatoria hasta los tres años en mi casa) o a la camita por la noche 8:30 PM días de escuela 10:30 fin de semana.- (hacemos todo lo posible!)
YOU. -Cuando estos pasos se logran y los niños duermen. Llegó el momento para vos.! Para ir al baño en paz, hablar por teléfono, tomar un café con una amiga y lo mejor: estar tiempo a solas con el esposo cuado “todo duerme derredor” El “tiempo propio” podrá surgir de los ratos cuando ellos duerman o tal vez, del rato en el que están con abuelos o tíos, si se los tiene a mano. Yo he ido al supermercado a las 9:30 de la noche a hacer la compra del mes! Sola, tranquila.
Lógicamente no es posible tener TODO el tiempo que una desea, o necesita. Al menos por algunos años. O nunca más!
Entonces pensamos en el Jardín…
El Jardín es un invento genial. Los niños allí son felices. Tiene las cosas acorde a sus edades. Los muebles son de su tamaño. Se habla en un idioma de niños. Se escucha linda música. Se pueden ensuciar y pueden desordenar y no hay mayores regaños. Hay “otros niños” y eso lo hace divertido. Se cuentan cuentos, se hace plástica, etc., etc… También le permite a los niñitos un tiempo con OTROS (pares y otros adultos que no son mamá y papá)
Para el adentro, para las familias, el jardín ayuda a organizar la rutina, al haber horarios que cumplir, obligadamente se deberán ordenar los tiempos en la casa (baño, sueño, comida, TV, etc). También, además de aprendizajes nuevos, juguetes nuevos, palabras nuevas, felicidad y todo eso, en el Jardín, habrá piojos, mocos, malas palabras, golpes dados y recibidos “en defensa propia”, contagio de enfermedades, reuniones de padres periódicas, actos, pedido de materiales por parte de las maestras, etc., etc., forman parte del combo.
En mi opinion, creo que el espacio para los niños es bueno, siempre y cuando se valgan por sí solos en algún aspecto. Caminar, hablar, controlar esfínteres. Si no se logró todo eso o en parte, hay que quedarse en casa (a menos que por razones de fuerza mayor los niños tengan que quedarse cierta cantidad de horas en el Jardín)
El Jardín para niñitos pequeñitos es un invento de la modernidad. En las leyes de muchos países existe solo obligatoriedad en la sala de 5. Por algo será. Se ve que para los que saben de pedagogía la socialización entre otras cosas, por ejemplo, se puede ir logrando en otros ámbitos..
Eso es lo que yo hice, y es lo que a mi esposo y a mi nos pareció mejor para los nuestros. Mis tres hijos mayores empezaron el jardín en sala de 3.. (Y creo que un poco a mi pesar!) Se los escolariza por el resto de la vida! O hasta terminar la Universidad! Son muuucchhoooosss años! Dilatarlo un pococ no viene nada mal! Si mamá puede estar en casa con ellos.. Eso no tiene contra!!
Yo opté por ayuda en casa. Ayuda doméstica.. No con los niños, sino en los quehaceres. Así puedo, algunos días en la semana, olvidarme por un rato del orden y la limpieza, me puedo relajar y estar con mis niños jugando o simplemente en la compu o hablando por teléfono mientras ellos juegan cerquita mío.. Pero delego las tareas de la casa, aunque sea un poco..porque son inagotables ..!
De todas formas creo que se puede probar. Cada familia es un mundo, como se dice por ahí, y anotar a los bebés en el Jardín y ver cómo les resulta a todos, a ellos ir y adaptarse y al a madre dejarlos en otras manos.
Buscar la guía del Señor, en cualquier caso. Porque los hijos son de EL! Qué pensará que los querramos llevar al Jardín? Qué Jardín es el mejor? Cuál es el mejor momento para hacerlo? El promete darnos sabiduría si se la pedimos. Guiarnos. Acompañarnos. Hay que orar por esto con decisión!
Este texto que copio a continuación me ha animado mucho. En varias oportunidades leerlo me hizo renovar mis fuerzas mientras lagrimeaba un poco. Creo que dice muchas verdades. La autora es una mujer de Dios que ha escrito libros que inspiraron mi vida, un poco antiguos en el estilo y las modas pero con la actualidad y frescura de la Palabra como “La mujer sujeta al Espíritu” y “El temperamento de su hijo” de donde transcribo este párrafo.
LOS HIJOS NO ESPERAN
Hay un tiempo... Para anticipar la llegada de un bebé, consultar al médico, hacer dieta y ejercicio y ver cómo se va modificando mi perfil. Para preparar el ajuar. Para soñar lo que ese niño puede llegar a ser cuando crezca. Para pedir a Dios que me enseñe a criar al hijo que llevo en mis entrañas. Para preparar mi alma y alimentar la suya. No dejaré pasar el tiempo, porque los hijos no esperan.
Hay un tiempo...Para alimentarlo a la noche, calmar sus pequeños dolores y esforzarse para sacarle una sonrisa, para mecerlo y pasearlo por la habitación. Para moldear con paciencia su voluntad cuando todavía no se ha hecho presente la razón. Para mostrarle que su suave mundo es difícil y exigente, pero que también tiene mucho de amor y de esperanza. Para contemplarlo y maravillarme por lo que en realidad es: ni mascota, ni juguete, sino una persona diferente de mí misma, un ser creado a la imagen divina. Para reflexionar acerca de mi mayordomía sobre él: no me pertenece, no es mío, solo he sido elegida para amarlo, educarlo y disfrutarlo.Lo haré lo mejor que pueda durante este tiempo, porque los hijos no esperan.
Hay un tiempo ...Para tenerlo en mis brazos y contarle la historia más hermosa que jamás haya oído. Para enseñarle que Dios existe en el cielo, en la tierra, en cada detalle de la naturaleza y de su cuerpo. Para enseñarle a sentir asombro y a emocionarse por las cosas que realmente lo merecen. Para dejar de lado los platos sucios y llevarlo al parque para que pueda correr, respirar a pleno pulmón, mirar la luna, sentir la lluvia sobre su cabeza y descubrir cada secreto de la naturaleza. Para jugar con él una carrera, hacerle un dibujo, atraparle una mariposa y darle todo el alegre compañerismo que necesita. Para señalar el camino de la verdad y enseñarle a amar a Dios con sus sentimientos de niño. Este tiempo es corto, y si me descuido se me esfumará, porque los hijos no esperan.
Hay un tiempo… Para cantar en vez de rezongar, sonreir en vez de fruncir el seño, reflexionar en vez de airarme, comprenderlo en vez de llorar por el jarrón roto, compartir con mis mejores sentimientos mi amor por la vida y la familia. Para contestar sus preguntas, antes que llegue el momento cuando no quiera escuchar mi respuesta. Para enseñarle firme y paciente a obedecer, a disponer un lugar para cada cosa y a poner cada cosa en su lugar. Para mostrarle la paz del deber cumplido y comunicarlo con la Fuente de la paz.
Este tiempo es breve, aprovecharé cada minuto, porque los hijos no esperan.
Hay un tiempo...Para verlo partir valientemente hacia la escuela y entonces extrañar su ruidosa presencia a mi lado. Para aceptar que ahora hay otros que atraen su interés, y esperarlo cuando regrese de la escuela. Para escuchar las largas descripciones de lo que sucede cada día. Para enseñarle a ser independiente, responsable y sobre todo, a ser el mismo. Para guiarlo con afectuosa firmeza y disciplinarlo con amor. Para dejarlo partir y soltar los lazos que lo sujetan a mi falda. Para atesorar cada instante fugaz de su niñez y adolescencia: sólo dieciocho preciosos años para inspirarlo y prepararlo para la vida.
No cambiar este derecho natural por la posición social, la reputación profesional o un cheque de sueldo. Una hora de dedicación puede evitar años de dolor mañana. La casa puede esperar, el auto puede esperar, la ropa puede esperar, pero los hijos no esperan.
Habrá un tiempo...Cuando las puertas ya no serán cerradas a golpes, ni habrá juguetes en la escalera, ni peleas entre los hermanos, ni marca de lápices en las paredes, entonces podré recordar con gozo los años pasados y pensar que fue poco lo que perdí en comparación con lo mucho que he ganado. Cuando lo vea labrarse un futuro en la universidad. Entonces será para mí el tiempo de trabajar fuera de casa, de dedicarme a todo lo bello y útil que he postergado durante tantos años. Entonces será mi tiempo, yo sí puedo esperar.
Habrá un tiempo…Para mirar hacia atrás y ver que los años de madre no fueron desperdiciados. Para verlo un hombre formado, íntegro y sirviendo a los demás. Para verlo disfrutar gracias a todos los tiempos que no dejé escapar. Para afirmar sin equivocarme que cada momento de su vida fue importante para mi.Para reconocer sin dolor que no hay carrera mejor, ni trabajo más remunerado, ni tarea más urgente que la de aceptar con alegría la gracia de ser madre.
Entonces recogeré el fruto de haber respetado los tiempos de mis vástagos, de haber postergado los míos, de haber sido consciente de que esos tiempos eran breves y de no haberlos hecho esperar.
Beverly La Haye
Van tus preguntas y mis respuestas.
1.¿Enviaron a sus hijos a la guardería o escuela infantil? Si sí, a qué edad y qué fue lo que las motivó a esta decisión. Si no, ¿cómo lo resolvieron?
Los mandamos a todos a partir de la sala de 3 años. Nos motivaron los amigos, la familia, la sociedad con Simón ¡Lo dudamos hasta el primer día de clases y ya tenía tres años y medio!. Ya los demás anhelaban ir porque ya conocían, veían a los hermanos y esperaban el gran día de poder tener mochilita y jugar en ese parque soñado!
2.Si trabajan, ¿qué edad tenían sus niños cuando uds retomaron el trabajo? ¿cómo afectó a los niños la vuelta de la mamá al trabajo? ¿cómo compensaron con los niños el tiempo de ausencia?
Yo trabajé, trabajo, muy poco. Atendiendo algunos pacientes esporádicamente. Se quedaban con la señora que trabajaba en casa pero yo no me iba nunca más de tres horas seguidas. Decidimos que yo me quedara en casa y no fuera a trabajar en un lugar con horario fijo para criar a los niños.
3. Si decidieron quedarse en casa con los niños (no trabajar), ¿cómo encontraron "huecos" para vuestra vida personal (estudio, hobbie, trabajo, amistad) y/o de pareja? ¿Hubo otras personas que participaron en la crianza (niñera, abuelos, tíos?)
Ya me explayé con como encontrar huecos. No conté con madre ni suegra. Solo alguna que otra señora de la limpieza devenida en baby sitter!
4. Contaron con ayuda en casa (niñera, cuidadora, personal de limpieza? Si sí, ¿con qué frecuencia y cuántas horas?
Si, diferente por épocas. Hoy viene tres veces por semana(L, M y V) 5 horas. Veremos cuanto tiempo más lo pueda solventar!!
5. ¿Como repartieron/reparten con el padre las responsabilidades en la crianza?
Papá trabaja muchísimas horas afuera. Cuando llega colabora en bañarlos, en acostarlos si es que ya no lo hicieron cuando el llega. Los FdS ayuda con las tareas de los más grandes. Aveces lleva y trae a los niños del colegio.